sábado, 29 de septiembre de 2012

EL TERCER PISO:


El hombre había sufrido un paro cardíaco, posteriormente fue internado urgentemente en un hospital muy cercano, pues era el único que había en el pueblo, ya que era muy pequeño.
Fue solo cuestión de tiempo para que el hombre enloqueciera.
Los enfermeros parecían malditos, el edificio era viejo, las paredes eran viejas y desgastadas.
Anteriormente había sido un manicomio, eso lo decía todo.
Los enfermeros que allí trabajaban, eran crueles con el joven Stanley.
Cuando tenía sed, ponían el vaso con agua a una distancia considerable de él, cosa que el no podía levantarse, por el daño que había sufrido en las arterias del corazón.
En la noche, se oían gritos desgarradores, algunos parecían de locos, otros de gente que estuviese siendo torturada despiadadamente, pero otros, parecían suplicar piedad, ayuda.
El hombre comenzó a sentirse cada vez más mal.
Había sufrido una fiebre muy alta, posteriormente vómitos y náuseas.
Le habían dicho que se mejoraría, pero el hombre sabía que no, sabía que solo podía esperar y esperar, hasta que lo peor sucediera.
No tenía familia, amigos, el joven Stanley no tenía a nadie en el mundo como para que lo acompañara en este difícil desafío.
Stanley murió días después de sufrir varias convulsiones y fiebres altísimas, que lo llevaban a delirar como loco.
Sus últimos días de vida los pasó en una camilla, como un vegetal, sin moverse por un tiempo, sin poder hacer casi nada. Solo sufrir, rezar, llorar, vomitar y sufrir.
Era el tercer piso donde Stanley había muerto.
Se dijo que ese tercer piso quedo maldito luego de que el joven Stanley muriera allí, sufriendo como un condenado.
Un joven cayó en coma luego de ingerir una gran cantidad de alcohol, unos años luego de la muerte de Stanley.
En sus sueños, veía a gente llorando y sufriendo, escuchaba voces, voces del más allá mientras que dormía en su habitación, en la camilla.
Sabía que no estaba solo, algo o alguien lo observaba. Miraba hacia las paredes, luego de haber despertado de su sueño eterno.
Parecía como si el joven, llamado Jackson, estuviese al borde de una crisis nerviosa.
Cayó en coma nuevamente, pero esta vez por problemas psicológicos.
Nadie le creía que veía a Stanley caminando por los corredores del hospital, hablándole, llorando sangre y gritando.
Creían que era un mito, que Jackson estaba bromeando y que estaba volviéndose loco.
En parte era cierto, pero porque Stanley lo volvía loco a propósito.
Un tiempo después, Jackson despertó. Pero todo era diferente… veía que su alrededor estaba devastado, no estaba ese murmullo de gente en el hospital.
Sentía que estaba solo, pero no del todo.
Sabía que estaba solo allí porque no había gente, pero sabía que el joven Stanley estaba con el, mirándolo, siguiéndolo, hablándole.
Comenzó a caminar por un largo corredor, el más grande de todos, el cual conectaba a todas las salas con la entrada y con todas las demás habitaciones de los pacientes.
Escuchaba niños gritando, llorando, pidiendo ayuda.
Algunos susurraban el nombre que lo aterrorizaba: “Stanley…” “Stanley…” “Stanley...”
Comenzó a ver cada vez mas figuras abominables rodeándolo, danzando alrededor de él, gozando de su sufrimiento, mientras resonaba una horripilante canción, como infantil, cantada por niños, diabólica, satánica, te volvía loco, lo volvía loco a él, a Jackson.
Hasta que explotó, pegó un grito desollozante, como intentando acallar las voces interiores que lo atormentaban.
Vio escrito en una pared un comunicado que decía: “STANLEY… EL NOS QUITO TODO.”
Sabía que no era una leyenda, sino que era real. Un puto demonio, diabólico, que quería ver sufrir al joven Jackson.
Se dio vuelta, y vio la peor imagen que jamás hubiera podido ver en toda su corta vida.
Era Stanley, pero era diferente a las fotos que él había encontrado por el Internet.
Tenía marcas de golpes y quemaduras. Parecía maltratado.
Con ropa chamuscada y destrozada, tenía su rostro pálido, sus ojos enrojecidos, llenos de sangre, odio, rencor.
Una boca abierta, con una sonrisa en ella que era imposible de hacer.
La mueca mas horrible de todas, una mueca diabólica, lo miraba fijamente, mientras que comenzaba a caminar mas y mas cerca de Jackson.
- N… No… No m… m… no me hagas daño! Por favor! – Gritaba Jackson, aterrorizado, llorando, casi en el piso, suplicándole de rodillas a Stanley, rogando por su vida.




FIN... ?

miércoles, 26 de septiembre de 2012

PARTE 14: LA SALVACIÓN.


La pesadilla continuaba, Florencia cayó desplomada, como si le hubiesen pegado un balazo en cada pie.
Julián intentó salvar a Flor, pero no fue suficiente. Mató a 4 zombies y se le acabó la munición debido a que dejaron todo atrás, en el camión.
Chani, Denis y Julián avanzaban, faltaban unos pocos metros, ya se veía la línea de rescate y el helicóptero estaba arribando a la ciudad, a lo lejos, se podía observar 3 grupos de sobrevivientes.
Cuando llegaron, había cupo para que solo entren 2 personas por grupo, es decir, un total de seis personas.
Varias personas tuvieron que sacrificarse, Julián no fue la excepción.
Chani subió al helicóptero, junto con su hija, Denis.
El paisaje parecía hermoso… pero todo lo que habían vivido esos años de locura, muerte y sufrimiento, no quiso volver a recordar nada de nada… nada, excepto a Urban, el padre de su hija. Julián, el valiente “soldado” que dio prácticamente su vida para que ellas puedan seguir viviendo. Iván, muriendo noblemente, como un soldado, un héroe.
Al igual que Martín.
Chani nunca se enteró de lo que pasó con la otra Flor… la de los cabellos sedosos… lo único que supo fue que la encontraron muerta en un charco de sangre y agua podrida.
El peor final para ella… pero el mejor… era para Chani y su hija?




FIN.

lunes, 24 de septiembre de 2012

PARTE 13: LA SOLUCIÓN, A 950 KM.


Todos se reunieron para jugar a juegos de azar. de souza, apodada desou por sus amigos, y Julián, exhaustos por aquella noche, tomaron una birra cada uno y se sentaron a jugar.
Todos tomando, riendo y jugando. Excepto la pequeña Denis, hija de Chani y el difunto Urban.
De repente, en su radio, captaron señales y la prendieron para ver que pasaba.
- UN HELICÓPTERO PASARÁ HOY POR LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, LOS QUE QUIEREN VIVIR, VALLAN HASTA EL PUNTO DE RESCATE.
- HA! Pan comido! Estamos salvados! – Exclamó Flor, pegando saltitos.
- ATENCIÓN: (la transmisión no había terminado) NO LES SERÁ FACIL LLEGAR: SI NO TIENEN MAPA, SOLO VALLAN DERECHO HACIA EL NORTE UNOS 950 KM Y VERÁN UNA BANDERA BLANCA ENORME. FALTAN 2 HORAS, APRESURENSE. FIN DE LA TRANSMISIÓN.
Hub
o un silencio ensordecedor. Todos cruzaron miradas de preocupación. El clima de tensión que allí se vivia era increíble.
Tomaron todas las armas, municiones, cargaron comida y bebida al auto, todo.
Basicamente, vaciaron toda la casa con todo lo útil y lo cargaron al auto: Era la hora de la verdad.
Se subieron al camión, cargado hasta la puta madre.
Comenzaron a andar hacia el norte como locos, hasta que chocaron con un enorme bulto de zombies: Eran como 50 zombies, eran demasiados como para que el camion avance.
Se bajaron del auto y sin pensarlo, se metieron en un granero abandonado.
Antes de cerrar las puertas, Julián vió a Iván forcejeando con un zombie, y finalmente termino siendo mordido.
Julián le voló los ojos de un balazo, pero era tarde, Iván estaba infectado por esas mierdas.
Entraron en el granero y cerraron las puertas.
Los zombies comenzaron a golpear ferozmente las puertas del granero hasta hacerle algunos agujeros del tamaño suficiente como para que pasen sus manos ensangrentadas moviéndose de un lado a otro en busca de saciar su apetito voraz de carne fresca.
Todos comenzaron a subir por la parte de arriba del granero, pues era la única manera de escapar de allí para continuar.
Los zombies iban a irrumpir en el granero e iban a impedir que el grupo avance, por lo que Iván decidió quedarse en el granero, y comportarse como un héroe, sacrificando su vida por el grupo.
Finalmente pasó: Entraron los bichos, Iván en el piso con un cigarro en la boca esperando a que llegue la hora, hasta que lo peor sucedió.
El grupo avanzó unos cuantos de kilómetros mas a pié mientras unos 5 o 6 caminantes los seguían y los saboreaban con los ojos. Julián y Flor ya estaban muy exhaustos y tenían marcas de rasguños de caminantes y Florencia tenia, tambien, un tobillo quebrado, debido a que tuvieron que saltar del granero para escapar de esa pesadilla.

jueves, 20 de septiembre de 2012

PARTE 12: EL REGRESO


Mucho tiempo había pasado ya. Iván y Julián habían aprendido a convivir como un fuerte grupo de hombres, enfrentados hacia la cruda realidad de un mundo lleno de… zombies.
Habían llevado sus habilidades físicas, mentales, estratégicas y manejando armas al máximo. O hasta su límite.
Una tarde, Iván conversaba con Julián, acerca de que tenían que conseguir otro vehículo, pues este estaba destrozado.
Ya le habían hecho muchos arreglos, y no podía sostener mas chapas de metales en la carrocería, por lo que tenían que ir hasta la ciudad para conseguir otro.
Tenían pensado conseguir un camión y perfeccionarlo para que parezca un tanque de guerra.
De repente, Julián comenzó a recibir señales en su comunicador: Era Chani.
- Hola? Quien es? – Preguntó Julián, ansioso.
- Soy yo…
- Quien? – Replicó, con cara de burla.
- Chani… voy a regresar a la base… estén atentos, ya que vengo con compañía.
- A que te referís con compañía? – Preguntó Julián, asustado.
- Con una sobreviviente, mi hija y… una enorme horda de zombies.
- Mierda!! Estas bromeando?
- No… prepárense… son unos 30 o 35… vengo con vehículo, cambio y fuera.
Inmediatamente Julián e Iván tomaron todas las armas y muchas municiones. No había muchas allí, ya que todas las demás municiones se encontraban arriba.
Con pistolas, granadas, rifles y escopetas, vigilaban atentamente la “frontera” entre “su territorio” y “Ciudad Muerta”, actual territorio de zombies.
Vieron que un camión de guerra estaba arribando a unos cuantos metros, pero no vieron la horda de zombies…
Estacionaron, bajaron Chani, otra chica un poco mas escasa de estatura que ella, y su hija, de unos 5 años, muy parecida a sus padres, Chani y el difunto Urban.
Entraron muy rápidamente al refugio.
Subió Chani con la sobreviviente. La hija de Chani, se quedó abajo, en las habitaciones, para más seguridad.
Inmediatamente y sin dejar lugar a charla, tomaron 1 rifle cada una y se pusieron en guardia, por si la horda se aproximaba y, de paso, cruzaron diálogo.
- Se puede saber quien es, Chani? – Preguntó Iván, curioso.
- Es Florencia de souza, ex de la secu – Respondió Chani, concentrada.
- Mierda… todos los de la secu! – Rió Julián.
- MIERDA! ALLA VIENEN! – Interrumpió Chani.
- Abran fuego! – Comandó Iván.
Lo único que se pudo escuchar en ese momento fue el ruido de las balas expulsadas por el cañón de los rifles e impactando contra los frios y muertos cuerpos de las criaturas apodadas caminantes.
Mataron alrededor de 30 zombies.
- Mierda… menos mal que se termino… bajemos a descansar y a aclarar todo. – Propuso Julián.
Bajaron, tomaron, charlaron, rieron y jugaron como si se conocieran desde ayer.
Lo cierto es que no se veían desde hace unos 13 años mas o menos.
Oscurecía… le habían dado a la lengua como para enterarse de todo.
Chani se resguardeció en la casa de Flor, hasta que llegó una horda de zombies y se fue todo a la mierda.
Allí crió a su hija, antes de que esto ocurriera, como pudo.
Eran tres camas, ellos eran cinco.
Iván durmió solo, recordando a Florencia, Chani durmió con su hija. Dadas las putas circunstancias, de souza durmió con Julián… si a lo que hicieron se le puede llamar “dormir”.

martes, 18 de septiembre de 2012

PARTE 11: LO QUE NOS QUEDA


Iván yacía en su cama, calmo como la brisa en la noche de Buenos Aires.
Julián, en el “living” de la guarida, sentado en una silla, recordaba a los integrantes del grupo… Lo mucho que la quería a Flor, por mas que ella era fría, y no demostraba cariño. Su amistad con Chani, que tenía posibilidades de continuarla, pues ella no estaba muerta, o al menos eso era lo que el creía.
Y su relación con Urban…
- Urban… lo quise mucho en la secundaria… pero nunca tuvimos un lazo fuerte de amistad… siempre bromeábamos con Iván – Reflexionó Julián, mientras que el bosquejo de la sombra de un zombie se dejaba ver por debajo de la puerta.
Le dio un sorbo a su cerveza y comenzó a lagrimear.
No podía sacarse de la mente cuando devoraron a Urban, y mucho menos, cuando tuvo que matar con sus propias manos a Florencia.
Ya estaba amaneciendo, Julián no había podido dormir, se la pasó recargando todas las armas, limpiando la cocina y el living y también las armas.
Iván bajó por las escaleras, miró a Julián y le dijo:
- Que mierda estas haciendo? – Con cara de asombrado
- Em… limpiando? – Dijo Julián.
- Mierda, si que la muerte de Flor te pinto mal, Jajaja – Replicó Iván, no tan contento.
- Recibí la señal de una estación de radio ayer a la noche – Dijo Julián, tranquilamente.
- MIERDA! EN SERIO? – Respondió Iván, asombrado.
- Por que te mentiría, idiota? – Retrucó Julián.
Iván se enmudeció por un momento. Recordó esa mañana, cuando Florencia le contó que había recibido señales de vida de Julián.
Eran las mismas palabras, la misma conversación.
- Que pasa? – Dijo Julián, preocupado.
- Nada… me voy a duchar, después contame que pasó con la radio – Dijo Iván, perplejo.
Al salir de ducharse, Iván habló con Chani por el comunicador que le había dado.
- No voy a volver a la base por un tiempo, yo estoy bien. Descubrí que si estoy embarazada, regresaré con mi hija, pero déjenme hacerlo sola, cambio y fuera. – Ese fue le mensaje de Chani, simple, sencillo y certero como la bala de un Sniper.
- Bueno, lo que recibí de las señales de radio no eran gran cosa… Solo decían que estaban vivos, bromeaban acerca de los zombies… los mataban con Snipers… nada del otro mundo…
- Eso era? IDIOTA! PENSE QUE ERA ALGUN DATO REVELADOR! – Gritó Iván, enloquecido.
- Mierda, calmate chabón.
- Tenes razón… perdoname… - Dijo Iván, apenado. – Hablé con Chani… dijo que no va a volver a la base por un tiempo, que está embarazada y que va a volver con su hija, que dejemos que ella lo haga por su propia cuenta… podrá? – Preguntó Julián, preocupado
- Yo creo que si, es una chica fuerte, con convicción. – Aseguró Iván.
- Espero que no ocurra otra catástrofe…
Le dio un sorbo a su taza de café, mientras que miraba a la ventana, unos zombies descuartizaban a un perro y se lo comían, hasta no dejar nada.

sábado, 15 de septiembre de 2012

PARTE 10: LAS CATÁSTROFES NO CESAN


 Tomaron sus mochilas, recargaron y limpiaron sus rifles y pistolas.
Se cargaron con granadas, y una mochila.
No querían que nada malo pasara en la búsqueda de Chani.
Entraron al auto y emprendieron marcha.
Anteriormente, tuvieron que ir hasta donde se había quedado el auto, con combustible, se lo cargaron y regresaron a la base.
A lo lejos, vieron a Chani, en frente de 3 zombies, parada, inmóvil.
Los zombies se acercaban a ella lo mas rápido posible, ya podían saborearla.
PUM! PUM! PUM! – Triple Headshot, oh yeah! – Exclamó Iván, victorioso.
Chani volteó, sacó su rifle y disparó 3 veces.
- Les dije que ya no me molesten! – Grito Chani.
- Arrgghhh… me dio! – Dijo Iván, adolorido
- Mierda!! Chani! Estas loca mujer?! – Exclamó Julián con furia
- Solo déjenme en paz, idiotas! – Dijo Chani, mientras que corría y se perdía entre la niebla de la Ciudad Muerta.
Julián sacó el kit de primeros auxilios, y con una pinsa le quitó la bala del pecho a Iván.
A continuación le desinfectó la herida y se la tapó con una venda, untada en cicatrizante.
- Gracias, amigo – Dijo Iván, débil.
 - Vas a estar bien. – Retrucó Julián, con una leve sonrisa.
Lo cargó al auto y lo condujo como pudo, ya que no tenía mucha experiencia manejando.
Arribados a la base, la preocupación comenzó a surgir de nuevo: Flor no estaba.
Estaba la puerta de la guarida abierta de par en par, con rastros de sangre que comenzaban en las escaleras y terminaban mas allá, donde no podían ver.
- Mierda! Dijo Julián
Ahora todo dependía de el.
Acostó a Iván para que descansara, y bajó de inmediato, salió y cerró la puerta con seguridad.
Siguió los rastros de sangre, que por su textura, estaban secos, es decir, que había pasado ya bastante tiempo desde que se había derramado.
En una especie de terreno abandonado, la vió.
Su carne era grisácea y vieja, su pelo ya no era hermoso y sedoso, sus ojos ya no eran amarronados, sino rojo sangre.
Era Florencia, era un zombie.
Comenzó a acercarse a Julián lentamente, pero luego cada vez más rápido.
Julián, derramando una lágrima susurró:
- Perdoname… - Acto seguido sacó su revolver y le voló la tapa de los sesos.
Regresó a la base, destrozado y acabado.
Se duchó, preparó la comida para el y para su amigo.
Se alimentó, y tubo que llevarle la comida a la cama a Iván, que ya estaba casi recuperado
- Escuché un disparo, que paso? Estas bien? – Preguntó Iván, inmediatamente cuando Julián apareció por las escaleras.
- Esta… Esta… muerta. – Dijo Julián, con un dolor inmenso en su alma, dejó caer el plato de sopa por las escaleras, y se echó a llorar desconsoladamente en el brazo de su amigo.

jueves, 13 de septiembre de 2012

PARTE 9: SUCESO Y SOSPECHA


Julián se había ido a duchar, cansado y adolorido por lo que había sucedido.
Iván y Florencia, trataban de consolar a Chani, la cual lloraba desconsoladamente.
- Porque estas tan triste? – Preguntó Iván
- Porque era nuestro amigo! – Respondió Chani
- A lo que se refiere el, es a porque te importa tanto de repente, si nunca fueron grandes amigos – Agregó Flor.
- Porque viví muchas cosas inolvidables con el… - Dijo Chani, sonrojada
- Ah… ahora creo que entiendo – Respondió Iván, asombrado.
- Yo también – Agregó Florencia, con cara de picarona.
Esa misma noche, Iván, Julián y Florencia dormían como troncos, mientras que Chani no pudo dormir ni un cuarto de lo que los demás habían dormido.
Se sentía triste y sola… y también se sentía mal.
Sentía nauseas y tenía vómitos. Finalmente, pudo irse a dormir.
A la mañana siguiente, los cuatro amigos se reunieron en la mesa como todos los días, a desayunar, verse las caras y entablar conversaciones.
- Como durmieron? – Preguntó Iván.
- Bien – Respondieron Julián y Florencia a tono de corito.
- Como la mierda misma – Agregó Chani, con cara de preocupación
- Escuché que llorabas y que no podías dormir, ya lo superarás – Dijo Julián, compadeciéndola.
- Yo oí que vomitabas, es así? – Agregó Flor, segura.
- S… Si… es cierto… - Respondió Chani, sonrojecida.
- No estarás embarazada, no? – Preguntó Julián, sin delicadeza.
- Mierda! Como puedo saberlo?! – Respondió Chani, alterada.
- No te alteres, solo queremos lo mejor para vos – Insistió Iván.
- Quieren lo mejor para mi? Bien! Entonces, déjenme en paz! – Respondió Chani.
A continuación, sin terminar su desayuno, se levantó de la mesa, tomó su abrigo, su escopeta y su mochila, abrió la puerta y se fue a caminar.
- Es muy peligroso! – Insistió Julián, preocupado.
- Ya no fastidies, idiota. Dejala, con suerte volverá con una mordida – Respondió Florencia, con la misma actitud de siempre.
- Por qué eres tan positiva? – Dijo Iván.
- Y así es como se quedan sin mujeres, perras. – Dijo Flor.
Acto seguido se fue a la terraza a practicar puntería con el Sniper y su fiel CD de Metal.
- Mierda, que hacemos si está embarazada? – Dijo Julián preocupado.
- Nada, continuar viviendo como podemos. – Respondio Iván, sin pensar.
- Me asusta la idea de tener un bebe aca… podria llorar por la noche y los zombies podrían escucharlo – Insistió Julián
- No te agites, construimos una habitación arriba, lo mas alejado posible de la calle, y listo. – Respondió Iván.
Eso lo tranquilizó por un momento, pero solo por un momento.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

PARTE 8: SUCESO TRÁGICO E INESPERADO


Durmieron, como la noche anterior.
Se despertaron, como era de esperarse.
Iván preparó el desayuno, mientras que Florencia se duchaba, y Julián jugaba a darse golpes con Urban, mientras que Chani observaba por la ventana hacia el exterior.
- Hoy es un lindo dia – Dijo Chani
- Para matar! – Agregó Iván, mientras que sacaba los huevos fritos de la sartén.
- Digo, podríamos hacer alguna actividad juntos, que no sea matar zombies! – Replicó Chani
- Y que querés hacer? Mas otra cosa no se puede hacer! – Insistió Julián
- Nose… ir a alguna plaza… otra cosa… - Respondió Chani
- Esta bien, cuando terminemos de desayunar vamos a la plaza, mi reina no-mata zombies – Se burló Julián.
- Ya no molestes – Dijo Chani, malhumorada.
Terminaron de desayunar, y allá fueron.
Urban lo había dicho varias veces antes de salir, tenía un muy mal presentimiento, sentía que algo malo iba a pasar.
Fueron en el auto de Iván, que era el único en ese entonces.
Iván, Florencia y Julián habían llevado sus calibres 50, ya que los demás no quisieron acarrear armas.
Escuchando Megadeth a todo volumen, como era de costumbre, el auto se detuvo.
- Arranca! Mierda! – Exclamó Iván
- Carajos, nos quedamos sin combustible… - Dijo Florencia, apenada.
- Saben que es lo peor? Miren hacia allá! – Insistió Chani-
- El coño de la madre! Solo a ustedes se les ocurre salir sin gasolina y sin armas! Idiotas! – Agregó Julián, muy enfurecido.
- Bájense del auto, vamos a combatir! – Dijo Iván.
En ese entonces se dieron cuenta de que Iván y Flor solo tenían un cartucho cada uno, lo que equivalía a 14 balas. Eran potentes pero no suficientes.
Julián en cambio, tenia varios mas… pero no los suficientes tampoco.
Comenzaron a abrir fuego, Iván, Florencia y Julián, mientras que Chani abrazaba a Urban, temerosa.
- Mierda! Cada vez están mas cerca! Tenemos que huir! – Exclamó Flor.
De repente, Urban soltó los brazos de Chani, dejándola desprotegida, detrás de los otros tres guerreros.
Saltó sobre el auto y se impulsó para ir mas lejos, ya estaba a unos metros de los 10 o 15 zombies que quedaban vivos.
No!! No lo hagas!! – Exclamó el grupo
Corran! Sálvense! – Dijo Urban, valeroso.
Comenzaron a correr, dejando a su auto y a su amigo atrás.
Chani volteó mientras que corría, y vio como le destrozaban los brazos, le arañaban las piernas y le devoraban las tripas.
- Pero mierda! Dispárales! – Exclamó Iván, impotente.
- Nadie tiene mas balas! Idiota! – Respondió Julián, enfurecido.
Cuando llegaron, un silencio de velorio invadió la base.
Todo era triste y oscuro, faltaba alguien, faltaba Urban.

martes, 11 de septiembre de 2012

PARTE 7: REENCUENTRO Y VENGANZA


Cansados por toda la charla que habían mantenido y por la larga ingesta de alcohol, mas el juego de azar, se fueron a dormir.
Como había 3 camas y ellos eran 5, tuvieron que dormir juntos algunos.
Iván durmió con Florencia, que le cedió su cama a Urban y Julián durmió con Chani.
Flor durmió aferrada al pecho de Iván, mientras que Urban durmió solo y con mas espacio que todos, y Julián y Chani durmieron espalda contra espalda, Julián era muy respetuoso con la intimidad de las mujeres.
Amanecía, Iván se duchaba, mientras que Flor dormía.
Julián preparaba el desayuno, ya que quería perfeccionar sus dotes culinarios.
Esta tarea se le dificultaba, ya que Chani estaba detrás de el, haciéndole cosquillas.
Urban, estaba en la terraza, destrozando cráneos de muertos vivos con su M4, el era mas astuto, pues utilizaba un silenciador.
Terminadas sus actividades, se reunieron para desayunar.
- Como la pasaste ayer a la noche preciosa? Te sentiste a gusto? – Dijo Iván, con un tono de galán fingido.
- No te pases, galán. – Cortó Florencia, con una sonrisa picarona.
- Gracias por informarnos de su intimidad – Agregó Chani, con cara de asco.
- Mierda chabon, no era necesario! – Sumó Julián
- Dejen de gritar perras, los van a oir los caminantes – Dijo Urban
- No hay muchos por la mañana… aparecen cuando oscurece – Retrucó Iván.
Fueron a recolectar provisiones y también muchas municiones.
Regresaron a la base, y cuando obscureció, tomaron el Volkswagen y emprendieron otro viaje, esta vez para matar zombies.
Fueron hasta la escuela secundaria, su antigua escuela.
- Aahh... la vieja mierda de secundaria… puedo olfatear a las profesoras deseosas de reprobarnos – Dijo Iván
- Mas a vos, cavernícola!- Bromeó Urban
- Sshhhh callate vos, gil – Continuó Iván
- Cállense nenitas, dejen de pelear y entremos! – Exclamó Chani.
- Así se habla! – Retrucó Julián, riendo.
Entraron como si fuese una película, falseando el seguro de la reja con una patada de Flor, y abriendo las otras 2 puertas con balazos de la M4 de Urban.
Como héroes, se adentraron en el obscuro y antiguo agujero que tantos recuerdos tenía para ellos 5.
PUM! – Balazo en la cabeza a un profe.
PLAG! – Patada en el pecho a otra profe.
CRACK! – Cuchillazo y pisotón a otro profe.
 - Nos enseñaron a combatir contra zombies? Eh? Profesores de mierda! Venganzaa! – Exclamaba Iván mientras que gatillaba a todo profesor… o mejor dicho, profesor muerto, que se le cruzara por el camino.
-Tranquilo boludo! Jajaja – Agregó Chani asombrada.
-Ya me cansé, regresemos – Replicó Urban.
Volvieron, a todo volumen, resonando con Metallica nuevamente.

lunes, 10 de septiembre de 2012

PARTE 6: REENCUENTRO E HISTORIA


Se sentaron a cenar, como los grandes amigos que eran.
Entre charla que va y charla que viene, recordaron las gloriosas épocas de asistir a la secundaria.
- Se acuerdan de la profesora de Historia? Jajajaja! – Exclamo Urban
- Si! Que vieja rompe bolas! – Respondió Florencia, jocosa
- Y como olvidarnos de la de Biología! Estaría como loca con esto de los zombies! Jajajaja – Rió Julián
- Si! Me la imagino analizando partículas, células y cerebros de zombies! – Agregó Iván.
A medida que se fueron hundiendo en la charla, entre miradas, se supo que desde un principio hubo algo entre ellos…
La desaparición de Julián, la soledad de los dos, las cosas que pasaron juntos, lo que compartieron en esos momentos…
Iván y Florencia cruzaban fuertes miradas mientras que las cartas caían sobre la mesa.
Entre cervezas y miradas, Iván gritó:
- Hey! Julián! Nos vas a contar como fue que encontraste a Chani y a Urban? Y donde fuiste? Que hiciste? Como sobreviviste? Carajo! – Exclamo Iván, con algunas frías de mas.
- Bueno! Resulta que cuando nos separamos, encontré una horda de zombies, creo que fue la que viste vos, Iván, porque venían del Oeste…
Bueno, tuve que comenzar a correr como loco, hasta que estaba en un callejón sin salida, atrapado por los caminantes, hasta que Chani bajó por unas escaleras y me dio su mano para subir y estar a salvo.
Ahí nos conocimos, Urban estaba con ella.
Fuimos a las alcantarillas de la ciudad para poder salir de allá.
Cuando Florencia dejó el comunicador encendido, yo también lo dejé encendido y oprimí el botón de hablar accidentalmente, porque lo tenía en la mochila.
Por eso escuchaba tiros y gemidos de zombies, porque estábamos peinando la zona.
Así logramos escapar y llegar hasta acá.
- Genial! – Replicó Flor, dándole un trago a su chopp de cerveza.
- Bueno! Y que fue de ustedes, Chani? Tincho? – Preguntó Iván.
- Nada… me escapé de mi casa ni bien los zombies comenzaron a sucumbir…
- Dejaste sola a tu familia? – Preguntó Iván nuevamente.
- Si… me tenían podridos… los dejé a la deriva jajaja – Rió Chani
- Cada vez me cae mejor! – Exclamo Flor, ya pasada de birras, tambien.
- Y vos Urban? – Insistió Flor.
- Lo mio fue diferente… mas complicado. – Dijo Martín, con una mueca de tristeza en lo mas profundo de su alma.
- Que? – Replicó Iván, con una expresión parecida a la de Urban.
- A mis padres se los comieron los zombies… Continuamos mi hermano y yo solos…
- Que cagada… - Comentó Florencia, con cara de no importarle mucho
- Lo mas duro, es que mi hermano entregó su vida para salvarme…
- Bueno, pero ahora estas con nosotros, el murió por una buena causa, no te desanimes- Contuvo Iván.
- Iván tiene razón, además, somos como una familia, te vas a recuperar…- Reforzó Julián.

sábado, 8 de septiembre de 2012

PARTE 5: SOLUCIÓN Y SORPRESA


Terminaron de merendar, tomaron el vehículo y se fueron a toda marcha, en busca de provisiones.
Iván conducía. Florencia, disparaba.
A toda marcha, hasta que chocaron a un zombie, que mas bien no era un zombie, sino que una persona viva, común y corriente, que no estaba infectada.
- MIERDA! – Gritó Iván
- Que carajos ha pasado? – Dijo Flor, bajando el volumen de la música.
Se bajaron del auto, preocupados.
Iván palpó el cuello del ser humano, extendido en el suelo, abatido por el impacto.
- Mierda… que hice?! - Decía Iván, dejando caer sobre el cadáver una lágrima.
- No te apenes tanto… - Dijo Florencia, tomándolo del brazo y levantándolo del suelo.
Iván se había dado cuenta de que un zombie estaba detrás de el hace rato, intentando llegar a donde estaba el, para que se convierta en su merienda.
Se dio vuelta y rápidamente tomó su calibre 50 y le puso un balazo en la boca.
- Comete eso, hijo de puta – Dijo Iván, enfurecido por el hecho sucedido anteriormente.
Siguieron con su camino, llegaron a un supermercado abandonado, tomaron alimentos y bebidas, las cargaron en el auto y se fueron.
También se llevaron varios tanques de combustible de una estación de servicio abandonada.
Obviamente que todo esto fue acompañado con una masacre de zombies.
Llegaron a su refugio, se ducharon y subieron a la terraza a dispararles a los zombies que se pegaban una vuelta por allí.
Antes de eso, Flor se inyectó el medicamento que había encontrado, lo que por suerte la curó de lo que podría ser otra catástrofe más.
Iván y Florencia se entretenían jugando a quien mataba más zombies.
Un Headshot eran 3 puntos, un tiro en el pecho eran 2 puntos y un tiro en otras partes del cuerpo era 1 solo punto.
Iván ganaba mayoritariamente debido a su entrenamiento, y que prácticamente fue criado con el Sniper el los brazos.
Parecía que había sido alimentado con plomo cuando era pequeño… era implacable a la hora de demostrar seguridad y eficacia frente a la mira del rifle.
De un momento a otro, entre risas y cargadas, Florencia miró por su mira y vio algo que la asombró: Era Julián. Pero no era el solo, sino que venia con una chica rubia a su derecha y con un chico, de su misma estatura y rubio, a su izquierda.
- MIERDA! ALLA VIENE JULIÁN! – Exclamó Flor.
- BAJEMOS! – Respondió Iván con ansias.
Cuando bajaron, Julián estaba allí, igual que siempre, no había cambiado mucho en su aspecto, tenia una leve sombra de vello facial en su barbilla.
- OSTIA! presentame a tus amigos! – Exclamó Iván, mientras que cerraba la puerta y colocaba las 3 trabas.
- Bien, el es Martín, pero pueden decirle Urban, ese es su apellido.
- Urban?! Teníamos un compañero en la secundaria que se llamaba así! Martin Urban!
- Es el! El auténtico Martín Urban!- Dijo Julián, jocoso.
- Mierda! Como estas tanto tiempo? – Replicó Iván, ancioso
Los dos guerreros se dieron un abrazo y sonrieron.
- Bueno, si eso les impresiona, déjenme presentarles a Chani Andrade!
- Chani Andrade?! – Exclamó Florencia asombrada – Estas igual que siempre! Cuanto tiempo sin vernos! Que habrá sido de los demas?
- Deben estar todos muertos jajaja – Respondió Chani.
- jajaja por eso me caes tan bien! – Replicó Florencia, reían juntas.


PARTE 4: UN PROBLEMA MENOS


Salieron del edificio y fueron corriendo hasta el auto.
Repitieron la primera acción, fueron a su base chocando zombies y escuchando lo
que quedaba del CD de Metallica.
Fueron allí para tomarse un pequeño descanso y merendar, luego siguieron
buscando a Julián.
Otra vez defraudados y preocupados, volvieron a la guarida…
Iván, completamente cansado, se fue a dormir.
Florencia, en cambio, subió a la terraza con unas frías y el Sniper, a clavar balazos en los sesos de los caminantes que amenazaban con ingresar en la base, al compás de Megadeth.
Luego de 38 minutos, se quitó los auriculares, apagó la música y dejó el Sniper a un costado.
De repente, se escuchaba un sonido que venia del comunicador de Florencia.
Ella dedujo que el sonido provenía de donde fuese que esté Julián o, su comunicador, ya que Iván lo apagaba por la noche.
- Hola? Sos vos Julián? – Intentó Florencia.
- PUM! Aaarggg PUM! aaggghh – Se escuchaba del otro lado.
De repente, se cortó la comunicación.
Florencia supo que el ruido del rifle era del de Julián, supo reconocerlo al instante.
Y también dedujo que estaba vivo, y que estaba matando zombies.
Lo que no supo, es que si estaba corriendo peligro, de todos modos mucho no le importó.
Al dia siguiente, en el desayuno, Flor le contó a Iván lo que había escuchado en su comunicador ayer a la noche mientras que volaba sesos muertos.
- MIERDA! EN SERIO? – Exclamó Iván
- Porque mentiría, idiota? – Respondió Flor, con calma.
- No se… tenes un buen sentido del humor, supongo jaja – Respondió Iván, nervioso.    - Veo que vos también… - Sonrió Florencia.
Acabado el desayuno, intentaron comunicarse con Julián
- Hola? Julián? Responde, por favor. – Se impacientó Iván.
- Hola? Hola! Acá Julián reportándose! Yeah! – Respondió Julián con gracia.
Florencia tomó el comunicador de Iván con rapidez
 - Donde mierda te habías metido, imbécil?
 - Es una larga historia, cuando llegue a la base les voy a contar todo… y se van a       
llevar una sorpresa… jejeje – Replicó Julián con ansias.
- Cambio y fuera!
- Mierda… que nos habrá querido decir? – Dijo Iván, con cara de duda
- Nose… se le escuchaba muy contento!
- Que sorpresa nos traerá? Habrá que esperar, supongo…

viernes, 7 de septiembre de 2012

PARTE 3: BUSCANDO UNA SOLUCIÓN


Tuvieron que volver a la base, ya que estaba oscureciendo y no tenían su vehículo como para viajar con más seguridad.
Cuando llegaron a la base, Iván aplico una serie de medicamentos al brazo de Flor, lo que la curó momentáneamente, tenían 72 horas exactamente para encontrar un antídoto, o esperar a que lo peor ocurriese.
Esa noche Iván no pudo dormir… tenia mucha bronca en su alma como para hacerlo…
En la terraza, con un rifle Sniper, se entretenía y se descargaba practicándoles headshots a los zombies que pasaban por ahí. Finalmente se hartó de dicha tarea, le entró sueño y se fue a dormir.
Al dia siguiente, Iván hizo el desayuno, como era de costumbre,  y emprendieron el viaje, muy tempranamente, en búsqueda de Julián y de la salvación de Florencia.
Viajaron en el auto de Iván, bah, que el se había robado para escapar de los zombies la noche que invadieron su casa y devoraron a Vivian, su madre.
 Chocando zombies y escuchando Metallica a todo volumen, disfrutaban del paseo por la ciudad de Buenos Aires, ahora apodada Ciudad Muerta.
Viajaron hasta topar con un edificio altísimo, de unos 20 pisos y, a pesar del Apocalipsis, se mantenía en buenas condiciones.
 - Es el laboratorio de medicina – Dijo Iván.
 - Entremos, quizás tengan mi medicina. Y si no es así, me divertiré pateándoles el culo a los zombies por lo que me queda de vida, JA! – Exclamó Florencia, con ansias.
 - No digas tonterías, vamos allá.
La puerta estaba cerrada con candados delgados, oxidados y desgastados por el tiempo. Por suerte, Florencia traía su navaja suiza que su madre le había regalado antes de que escapara de su casa esa tarde de invasión.
Serruchando con firmeza y tenacidad, Iván logró abrir la puerta, posteriormente, de una patada.
Con pistolas calibre 50 9mm y linternas entraron en la zona.
Era como un laboratorio abandonado. Sucio, destruido y maloliente.
De repente y de la nada un zombie salió de la oscuridad y atacó a Iván.
Para su fortuna, Iván lo neutralizó con un headshot, en el medio de la frente.
-         Vos si que sabes lo que haces, chabon! – Exclamó Florencia, golpeandole el brazo a su compañero.
- Shhhhh! – Respondió Iván, con una sonrisa.
Encontraron escaleras, pero estas estaban destrozadas, como si alguien las hubiese tirado abajo queriendo que nadie o nada subiera.
- Debe haber gente arriba… eso es lo de menos… continuemos. – Afirmó Iván con seguridad.
Mas al fondo de la habitación, Florencia encontró un maletín, la curiosidad le ganó de antemano y lo abrió. En su interior había una vacuna con un líquido verde y una nota  que decía: “En caso de infección, esperar 24 horas y luego, inyectarse el liquido medicinal.”
- Idiota! Veni aca y mira esto! – Exclamó Flor.
- No me llames así!! – Respondio Iván con furia.
-Este es el antídoto! Estoy salvada!
- No cantes victoria… como sabes que es para una infeccion de una mordida de un zombie y no para cualquier otra enfermedad?
- Emm… habrá que probar, no? Jeje
- Que astuta… larguémonos de esta mierda - Dijo Iván, con una sonrisa en el rostro

PARTE 2: UNA MALA NOTICIA


Luego de la discusión, comenzaron a caminar y a peinar la zona.
Por sus comunicadores, Iván intentó hablar con Julián, pero no respondía.
 - Hola? Julián? Responde, idiota ! – Gritaba Iván, impaciente.
 - Debe haber encontrado mujeres… o lo deben haber deborado los zombies jajaja – Reía Florencia.
 - QUE?? NO DIGAS ESTUPIDECES! – Exclamó Iván, ya mas nervioso que impaciente.
 - Bien genio, si nos quedamos aquí, no lograremos nada mas que nos coman. Si quieres recuperar a tu novia, tendrás que mover el culo…
 - No es mi “novia” idiota! Me cansé, vamos a buscarlo!
Emprendieron un largo camino a pie por toda la ciudad… cada cosa que veían los dejaba mas perplejos.
Cadáveres de niños con sus madres, perros muertos, zombies comiéndose a ellos mismos por falta de “alimentos”.
Matando zombies, así se adentraron en su territorio.
Iván habia dejado a Florencia unos pocos metros detrás de el porque quería chequear si un niño que estaba tirado en el suelo seguía con vida…
-         Cuidado!!! – Le gritó Iván a Florencia, descuidada.
-         Que carajos?! – Exclamó Flor.
Un zombie se había avalanzado contra ella.
Por suerte, Iván logró interceptar al zombie que estaba encima de ella, tirados en el piso los dos.
- Te dije que tengas mas cuidado, mierda! – Le dijo Iván enfurecido.
- Perdon… - Respondió Florencia, con una cara de desolación…
-         Bien no importa… que tiene tu brazo?
- Ehh… nada! Sigamos buscando a Julián! – Dijo Florencia, con una sonrisa falsa.
- No seas terca, déjame ver… ahá! Pero que carajos?!
El brazo de Florencia tenia una mordida, no era muy profunda, pero había que tratarla de inmediato o lo peor podría venir muy pronto…
Con la ausencia de Julián y la herida de Florencia, Iván estaba a cargo del grupo, todo dependia de el, nada podia salir mal…

jueves, 6 de septiembre de 2012

APOCALIPSIS ZOMBIE


PARTE 1: UN MUNDO NUEVO

Era el fin de todo, una nueva era había comenzado. La raza de los seres humanos había sido devastada por una plaga de zombies.
Al menos eso era lo que creíamos… hasta que un grupo de sobrevivientes apareció, entre la tiniebla de ese nuevo mundo tan hostil. Lucharon como guerreros hasta llegar a su base, donde se resguardaban de las bestias que divagaban por toda la ciudad en busca de saciar su sed de sangre y carne humana.
Florencia, apodada Flor, Iván y Julián eran los nombres de los guerreros sobrevivientes.
Una vez que habían arribado a la base, se ducharon y finalmente, se fueron a dormir.
Habían asegurado toda la guarida, como era de costumbre: Flor trancó las puertas, Iván cerró las ventanas y Julián acomodó todo lo que habían recolectado a lo largo del largo y desgastador viaje que habían emprendido.
A veces, en la noche, escuchaban ruidos de golpeteos en las puertas y rasqueteos en las ventanas, pero con el tiempo ya se habían acostumbrado.
Había pasado ya un año desde que todo había sucedido… fue un error, un accidente de un laboratorio lo que provocó esta mortífera catástrofe.
Se levantaron, habían dormido a gusto en sus camas hechas con maderas recolectadas del frío de las desoladas calles de la cuidad de Buenos Aires con mucho sacrificio.
Desayunaron, como era de costumbre, Iván preparaba los mejores desayunos de todos.
Acabado el desayuno, había llegado la hora de salir a eliminar parte de la plaga que los atormentaba todos los días.
Con armas pesadas, equipamiento, pistolas, granadas y cuchillos, dividieron sus caminos momentáneamente.
Julián hacia el norte, Florencia hacia el este e Iván hacia el Oeste.
Iván era el más experimentado de los tres. No en matar zombies, pero si en el aspecto militar.
Había sido entrenado muy duramente por su padre, el comandante del ejército, ahora desaparecido.
La madre de Iván, Vivian, había sido devorada ferozmente por los demonios carnívoros.
Florencia, en cambio, era la más rebelde.
Había sido criada al libre albedrío, con su madre y sus hermanos. Su pelo color cobre era hermoso, largo y sedoso.
Julián, era el mas ingenioso y pensativo, dócil en todas las tareas, pensaba muy bien todo lo que hacia e iba a hacer.
Los tres integrantes del grupo, eran muy unidos.
Habían ido a la secundaria juntos, eso los unió mucho.
Siempre temieron que una Apocalipsis zombie llegaría, entonces, ya estaban… digamos que “preparados” a su manera, porque eran adolescentes.
Florencia, iba tranquilamente, como siempre, pensando que se llevaba la vida por delante como si nada.
Escuchando musica, en otro mundo, hasta que de repente, un zombie comenzó a seguirla desde ya hacia varios metros.
Iván, por su parte, se había encontrado con una enorme horda de zombies, comenzó a disparar y arrojó una granada con agilidez, pero nada, eran demasiados.
Comenzó a correr y vió a Florencia, caminando despreocupada y detrás de ella, el zombie caminando deformemente, como podia.
Tenia la carne de su rostro demacrada, se podía observar un corte muy profundo en su cráneo, por lo que Ivan dedujo en un instante, que habia sido golpeado fuertemente con algun elemento de tipo punzante.
Iván comenzó a caminar rápidamente pero también, sigilosamente hacia la espalda del zombie que amenazaba con acabar con la vida de la descuidada Flor.
Cuando llegó, el zombie volteó e Iván dijo:
- Hola ! – Inmediatamente le perforó el mentón con un cuchillo que tenía en el cinto de su cintura.
A continuación, lo pateó y voló por los aires unos 5 metros.
- FLORENCIA!! EN QUE MIERDA ESTABAS PENSANDO?
- Qué? No te exaltes hombre… porque el escándalo? – Dijo Florencia quitándose el auricular del oido y mirando a Iván con cara de no entender nada.
- TU ESTÚPIDA ACTITUD DE ADOLESCENTE CASI TE CUESTA LA VIDA.
- Mhe… tendré mas cuidado…
- No te creo, a partir de ahora, no te separes de mi, esta claro?!
- Si mi capitán! – Dijo Flor, como haciéndole burla.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿SOLO EN CASA?


CAPÍTULO 1: NO ESTAS SOLO


Era una noche como cualquier otra. Gustavo había terminado de cenar. Posteriormente a eso, deleitó sus pupilas con un buen programa de comedia que en ese horario transmitían por televisión.
Sus padres, incansables trabajadores de la megacorporación mas grande de la cuidad, trabajaban casi todo el dia, y, como era de costumbre, Gustavo se encontraba solo en su casa, como todos los días.
La mayoría de las veces, llamaba a alguien y lo invitaba a casa a ver películas de terror y comer golosinas. Ya sea un pariente, o un amigo.
Pero ese día fue la excepción: Se la pasó todo el dia jugando en la computadora.
Luego de hartos programas de comedia, el hombrecillo puso una película de terror que le había recomendado un amigo.
La película lo aterrorizó, por lo que dio pasó a la siguiente acción: Apagar la televisión.
Tenía demasiado miedo. Subió las escaleras como un rayo, se desvistió mientras que caminaba rápidamente y se arrojó a la cama.
Para ese entonces todas las luces de la habitación estaban apagadas, por lo tanto, generaba un ambiente de mayor tensión, razón por la cual no se levantó a encenderlas.
Lo único que pudo hacer fue intentar encender su televisión, hecho que no pudo concretar.
El sabia que algo malo pasaba, la luz se había ido.
Su familia tenía un sistema en toda la casa, el cual pone a brillar un punto rojo en una parte de cada habitación de la casa, avisando que se fue la luz.
El niño estaba aterrorizado. Sentía escalofríos. Sabía que a pesar de que pensaba que estaba solo en su casa, había una presencia extraña. No eran sus padres, no eran sus abuelos ni sus tíos, ni tampoco sus primos ni amigos. Sentía que la maldad se podía olfatear en toda la casa. Había una presencia siniestra y diabólica.


CAPÍTULO 2: RUIDOS EXTRAÑOS


Ya habia oscurecido, todo el mundo se habia ido a dormir.
El viento resoplaba hasta el punto de dibujar con un lienzo un dulce y leve silbido.
Gustavo, inquieto en su cama, intentaba dormir.
Hasta que comenzó a escuchar ruidos. El ruido de un auto, el ruido de llaves, el ruido de la puerta que se abria y se cerraba.
Supo desde ese entonces que estaba en peligro. Sabia que no eran sus padres, ni tampoco ningun familiar. Reconoceria al instante el sonido de un familiar llegando a su hogar.
Estos sonidos no se semejaron en nada con los propios dichos.
Gustavo temía por su vida.
Escuchó un ruido, como su un perro rabioso pasara corriendo rápidamente por la entrada de su habitación.
La luz volvió al fin. Se había ido por 35 minutos. Para él, una eternidad.
De repente escuchó otro ruido, que esta vez, lo atemorizó más.
Escuchaba como si un perro salvaje estuviese jadeando como loco detrás de la puerta de su habitación.
Oyó cuando los padres llegaron, pero antes de que pudiera abrir la puerta para salir corriendo y abrazarlos, escuchó lo peor.

CAPÍTULO 3: EL ASESINO EN CASA

Gritos desgarradores se escuchaban desde el living de su casa. Eran sus padres.
Inmediatamente, sin dudarlo un segundo más, abrió la puerta y se lanzó a las andadas.
Bajó las escaleras casi tirandose desde el segundo piso.
Alli vio algo que lo traumatizaría y lo marcaría de por vida.
Sus padres, completamente destripados, desfigurados y ensangrientados.
Sin ninguna huella de que eran seres humanos. Parecían carne picada, estaban irreconocibles.
El niño comenzó a llorar. Sintio un escalofrío que le bajaba por la espina dorsal. Sabía que lo había perdido absolutamente todo.
A un costado de la sangrienta escena, se encontraba el.
Un monstruo completamente horrible. Tenía la estructura corporal de un hombre, solo que este estaba desnudo.
Estaba posado sobre sus extremidades posteriores y completamente encorvado.
Poseía, en sus manos, garras. En este caso, estaban completamente ensangrientadas y entripadas. Eran enormes.
Lo que más le impactó a Gustavo, fueron los ojos del monstruo.
Transmitían un miedo y un vacío en lo mas profundo del alma. Sentía como si el bicho lo estuviese matando por dentro. Eran redondos y blancos.
Se dio media vuelta y se echó a correr escaleras arriba, viendo como el monstruo lo perseguía.
Se encerró en su cuarto y comenzó a rezar, ya que había sido criado por sus padres de una forma religiosa.
Rezaba llorando, preguntando porque demonios se había llevado a sus padres.
No encontraba una razón lógica de lo que estaba sucediendo en esa trágica noche de luna llena.

CAPÍTULO 4: ES EL RASTRILLO, AHORA LO SABES.


Cuando Gustavo acabó de rezar, prendió su PC y comenzó a buscar en Internet algo acerca de este monstruo.
Comenzó por poner sus descripciones corporales en el buscador, e inmediatamente foros comenzaron a aparecer, casi con las mismas cosas que a el le habían sucedido en esa noche.
Entró en varios foros para instruirse acerca del monstruo que le había arruinado su vida por completo.
Supo que el “monstruo” se llamaba “El Rastrillo” o al menos así era conocido en la red.
Se supone que se le decía así por las garras que él poseía en sus manos.
Una vez instruido, también supo que El Rastrillo no abre las puertas que están trabadas con llave.
En ese entonces, miró a su puerta y recordó que estaba sin llave.
Corriendo como un loco, cerró la puerta con llave y la trancó con una silla de madera, muy pesada. De esas sillas antiguas.
Se fue a dormir, acompañado por escalofríos y por la presencia de El Rastrillo.


CAPÍTULO 5: LA CRUDA REALIDAD


Era de mañana. Gustavo había pasado la peor noche de toda su vida, no solo por lo de sus padres, sino que durmió muy poco, incómodamente e intranquilo.
Cuando despertó, se asomó por la ventana, y vio que todo era calmo.
Los rayos del sol atravesaban el cristal de la ventana y se arropaban entre las sábanas de la cama de Gustavo.
Abrió la puerta de su habitación, anteriormente quitado el seguro de llave y la pesada y antigua silla.
Vio hacia ambos lados y no veía rastros de El Rastrillo.
Bajó y, donde había visto a sus padres descuartizados, solo había sangre seca.
El supo que El Rastrillo se los había deborado como golosinas, como las golosinas que Gustavo comía cuando veía películas de terror con sus amigos.
Supo afrontar a la realidad, ya que era un hombre muy duro, criado de esa manera por su padre.
Fueron pasando los años, los familiares y los amigos se habían enterado hace tiempo ya…
Ellos lo visitaban muy repetidamente, casi todos los días. Ya casi se les había tomado por costumbre pasar aunque sea 4 de los 7 días de la semana.
Los días y las noches pasaban, y el cada vez temía menos, se hacía más fuerte.
Siempre soñaba con el, siempre estaba en su habitación. El lo sabia, porque lo veía cuando volteaba para cambiarse de postura cuando estaba durmiendo. Lo veía entre dormido, con sus ojos brillantes y redondos. Su circunferencia era perfecta.
El siempre estaba ahí, encorvado y desnudo, observándolo con sus brillantes esferas que tenía como ojos.


CAPÍTULO 6: CONVIVIENDO CON LA BESTIA


Nunca pudo olvidar lo que había pasado esa fría noche de otoño, donde las hojas caían a morir por siempre.
Una noche, despertó agitado, por un sueño que había tenido. Soñó que El Rastrillo lo perseguía. Pero no era una persecución normal, o breve, era una persecución increíble, una persecución sin fin.
Lo perseguía por toda la cuidad, por su antiguo colegio, por su casa, por la calle, por su mente, por todos lados.
Cuando había despertado, lo vió ahí, sentado en los pies de su cama, sonriendo con unos dientes increíblemente grandes. Parecian dientes de perros pero evolucionados, filosos, terminados en forma de cuspide, increíbles.
Lo miraba fijamente a los ojos… no sentia miedo, sentia furia. Furia por lo que había pasado aquella noche, furia porque lo había dejado solo en esa maldita casa, furia, porque sabía que sus padres jamás volverían, furia porque le había arrancado lo mas preciado que tenía en su vida...






FIN… ?

NO MIRES ATRAS



CAPÍTULO 1: UNA FRIA MENTIRA


Era una noche oscura, con niebla. El viento soplaba salvajemente sobre las hojas de los árboles. Una cruel nevada comenzó a fluir, cayendo entre los abrigos de las desamparadas personas que allí se encontraban, en Moscú.
Un hombre llamado Jason, tenia la conciencia sucia. Sabia que había hecho mal al haber traicionado a su esposa esa fría noche de invierno...
Sin embargo, tuvo el valor para volver a su casa y mirarla a los ojos.
Tomó una manta y se sentó frente al fogón, avergonzado.
Ella, como siempre, lo atendió:
- Que te sucede? -Preguntó ella.
- Nada... -Respondió desganado.
- Es que acaso ya no te gusta ese cuadro?
- No...
- Y porque lo miras con despecho?
Tomó la manta y se encerró en la habitación...
Casi llorando, arrepentido por lo que había hecho aquella oscura noche de tiniebla, donde el invierno arrasaba ferozmente, tomó un trozo de papel, una pluma y escribió una carta a su esposa diciéndole que no quería seguir viviendo en la mentira.
Llenó dos maletas con ropa, abrigo y demás y emprendió el viaje a través del bosque nevado, solo.
Ella desconcertada, leyó la carta.
Cuando termino, salió corriendo a buscarlo, pero se dio cuenta de que le faltaba algo... de que le habían arrancado un pedazo de su alma... Si, su amado se había ido.

              
CAPÍTULO 2: NO MIRES ATRAS

Ya casi 1 hora había pasado desde que Jason no veía al hermoso rostro de seda de su esposa.
De un momento a otro, no sabe como, pero el auto se detuvo. Sintió miedo en carne propia.
Miró por el retrovisor: Nada. Intentó arrancar el motor del auto: Nada. Revisó si había combustible: Lo había.
- Calma… debe ser por el frío.- Pensó Jason.
Se bajó del auto, tomo una linterna gorda y pesada que tenía debajo del asiento del vehículo y sin pensarlo, se adentró en el bosque en busca de ayuda.
Le dolían los pies y las manos, la sangre corría cada vez con más lentitud por sus venas. Sentía el peso de la traición de aquella noche. Cayó desplomado.
Despertó de repente, asustado porque había soñado con un hombre alto, sin rostro, que lo perseguía por el bosque.
Ya era de mañana. Jason disfrutaba de los cálidos rayos del sol acariciando sus húmedas y fatigadas manos.
Intentó arrancar el carro de nuevo, pero esta vez, comenzo a expulsar humo de su interior, como si alguien hubiera doblado en caño de escape de tal manera que solo expulsada monóxido de carbono hacia adentro del vehículo.
Jason se adormeció y posteriormente, se desmayó.
Se desperto y estaba anocheciendo. Se bajó del auto, con una fuerte jaqueca.
Fue hasta el baúl del auto y vio que estaba el caño de escape retorcido, destrozado. Como si lo hubieran doblado con furia.
Sintió temor de nuevo, recordando el sueño que había tenido en su primer desmayo.
Sentía que eso no había sido un sueño. Sentía que el hombre largo y alto estaba detrás de él, mirándolo, viendo TODO lo que el hacia y decía.
Tomó una herramienta e intentó desdoblar el artefacto de combustión del carro.
Sintió un toque en el hombro y por reflejos propios del ser humano se dio vuelta, rápido y asustado, arrojando la herramienta pesada que en sus manos frías el albergaba.
No había tiempo para mas, era de noche de nuevo. Se había arrepentido de haber engañado a su esposa, Juana, y de haberse ido de su cabaña…
Sentía que iba a morir… que iba a pagar el precio más caro por haber pecado con otra mujer.
Hizo un espacio entre toda la nieve que se había acumulado, dejando solo piedras.
Puso todas las ramas que había recolectado, las frotó una con la otra hasta conseguir un chispazo, que sería la fogata que le daría luz y calor, y lo acogería en esa fría noche oscura y nevada, con el hombre delgado mirándolo.
Calentándose en el fogón, vio un papel en un árbol, como si alguien lo hubiera pegado ahí.
Estaba demasiado a gusto como para levantarse a recogerlo, entonces tomó la decisión de iluminarlo con su pesada linterna.
Su cara cambió completamente. Estaba blanco, blanco como la nieve que había caido de los cielos aquellas ultimas noches.
Sintió TERROR.
El papel decía: “NO MIRES ATRÁS, SLENDERMAN TE MATARÁ” y un dibujo muy mal hecho, como si un niño de 8 años lo hubiera dibujado. Allí se podia distinguir a un hombre delgado, alto, sin rostro y con un elegante traje de vestir.
Al parecer, todo tenía sentido, su aspecto y su nombre.
Jason se dio cuenta en un segundo de lo dicho, debido a que el tenía un amplio conocimiento en lenguas extranjeras.
- Slender significa delgado… y man, hombre. El hombre delgado me esta siguiendo?. – Inmediatamente se horrorizó. Supo que era el hombre de sus sueños, como si se hubiera hecho realidad su mas grande pesadilla.


CAPÍTULO 3: SLENDERMAN ESTA AQUÍ


Se dio vuelta violentamente, sin hacerle caso a la escritura del papel. Alumbró con su linterna y vió lo que nunca quiso ver, Slenderman estaba allí, petrificado entre la nieve y los altos pinos, no tan altos en comparación con él. Tenía una sonrisa diabólica y macabra y una lengua larga, se relamía, como si pudiera saborear la carne del atormentado Jason. Vestido de traje y sin cara, se desprendieron dos largos tentáculos desde su espalda, como si las costillas se le hubieran roto para que salieran.
Jason, aterrorizado, corrió desesperadamente por el bosque, dejando todo atrás. Sentía que no le importaba nada. Nada excepto su vida.
Corrió hasta tropezarse. Volteó instintivamente y vio al sujeto largo y escuálido, corriendo de una forma casi arácnida, entre sus dos largas piernas y sus dos largas extremidades que de su parte posterior sucumbían.
Su corazón latía fuerte. Casi sin fuerzas para continuar, Jason se levantó y esprintó con su último suspiro.
Avisto una cabaña a lo lejos, a unos 50 metros. Suplicando que no lo atrape, corrio y corrió hasta llegar a la cabaña.
Abrió la puerta de un empujón y la cerro de un portazo.
Era una casa abandonada, con fotos en las paredes. Fotos de Slenderman, sacadas de manera bizarra, como si hubiesen sido tomadas corriendo.



CAPÍTULO 4: ENTRANDO EN CONTACTO CON SLENDERMAN


Jason, ya aterrorizado, buscó algo que le sirviera de ayuda en la cabaña abandonada, pero nada.
Solo lograba hallar papeles con escrituras que decían algo como “SI LO VES, NO PIENSES EN NADA, TAN SOLO CORRE.” y el dibujo de Slenderman aparecía de nuevo. Otra nota decía “AYUDA”.
Todo lo llevaba a eso, a Slender. Ese tipo alto y delgado, que lo atormentaba en sus sueños y en la realidad.
Logró ver que había una ventana en la cabaña, con vidrios sucios y desgastados.
Corrió las cortinas rasgadas y mugrosas con la esperanza de ver algo que lo tranquilice.
Afortunadamente, vio que el tipo delgado no se encontraba afuera.
Sin embargo, seguía teniendo miedo.
Miró por el cerrojo de la puerta de madera y no vio a Slender. Eso lo tranquilizó por unos instantes.
Tubo la valentía de abrir la puerta, pero lentamente.
No veía a nadie. Sin nada más que perder, tenía pensado echarse a correr como loco,
Pero vio algo que lo hizo cambiar de parecer.
Detrás del camino de huellas que el había dejado, había otros dos pies, como si lo hubieran seguido. Lo horrorizó mas el hecho de que al lado de cada huella había dos círculos, como puntos hundidos en la fría nieve. Supo que eran las extremidades de aquel abominable monstruo que lo perseguía.
Sin hacer ruido, cerró la puerta y tapó la ventana con las notas de la gente que había pasado por allí y que había dejado una huella del tormento que habían padecido a causa de Slenderman.
Se recostó y pensó en su esposa. Pensó en lo mucho que la amaba y lo que la extrañaba y temía no volver a verla jamás.
Entre pensamientos oscuros del pasado, Jason estaba casi dormido, cuando, antes de cerrar los ojos, vio una sombra que aparecía en la ventana, y finalmente se durmió.
A la mañana siguiente, todo seguia igual:
Las notas, la cortina, la puerta, todo.
Jason se levantó del frio piso de madera en el que había dormido aquella noche terrorifica.
Notó algo diferente en la habitación, algo que no habia visto antes: Un papel diferente a los demas, estaba escrito con una letra hermosa, un papel blanco como aquella nieve que lo rodeaba, decía lo siguiente: “SI SLENDERMAN TE SIGUE, TOMAR LAS 8 NOTAS TU DEBES. O DE LO CONTRARIO, LAS CONSECUENCIAS TU SUFRIR DEBES.”
Esto lo confundió por un momento.
- Como carajos se supone que voy a encontrar 8 notas en un bosque desierto, y con miles de notas en una cabaña abandonada?!.”

CAPÍTULO 5: EN BÚSQUEDA DE LAS NOTAS.

Era de dia, lo cual lo envalentonaba mas a Jason para salir en la busqueda de su salvación.
Salió, abriendo la pesada puerta de madera que lo resguardaba del frío y de Slender.
Vio para todos lados, pero no vio a nadie ni a nada.
Cerró la puerta y vio una nota que tenia dibujado pinos y un hombre en el medio.
La tomó. Desde ese momento supo que todo empezaba, tenia la primera nota.
Continuó caminando, hasta que llego a donde habia dejado su auto.
Recordó que había visto una nota en un arbol, asique la vio y la tomó. Esa era la segunda nota.
Extrañamente en su auto habia otra nota, que decia “NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO” repetidas veces a los costados, y un hombre delgado en el medio, como el de la primera nota encontrada en la puerta de la cabaña, ahora solitaria.
Siguió caminando y caminando pero lo unico que conseguia era sufrimiento. Los arboles eran tan delgados y altos que se los confundia con Slender. Estaba al borde de una crisis. Ya casi se cuidaba más de que no apareciera y de que no lo siguiera Slenderman, de encontrar las 8 notas que, según la escritura en la cabaña, le salvaría la vida.
Habia avistado al tipo delgado varias veces, y cuando lo veía, no podia parar de mirarlo, era como si quedara hipnotizado con sus 6 tentáculos aflorando desde la parte posterior de su torso. Esa cara blanca, transmitia un miedo terrible, un dolor de cabeza insoportable.
El sabía que era un maldito demonio. Porque un sueño se transformo en un realidad tan mortífera? Acaso su mente le estaba jugando una broma de mal gusto? O acaso lo estaba previniendo de la catastrofe que viviria? Nadie lo sabe. Solo él sabe que Slenderman era real. Tan real como los arboles y las notas. Tan real como el auto en el que durmió, tan real como la cabaña donde encontro todas esas notas de sufrimiento. Tan real como su esposa Juana, tan real como Jason mismo.


CAPÍTULO 6: JUANA Y LA BUSQUEDA DE JASON.

Tres dias habian pasado desde que no veia a su esposo, Jason. Tres larguisimos dias, los minutos fueron horas y las horas fueron dias para ella.
Se estuvo preparando con mapas, linternas, baterias, bolsa para acampar,herramientas, una navaja suiza, con una serie de elementos punzantes de alta gamma.
Para su fortuño, habia parado de nevar en ese momento. Se dispuso a salir en busca de su esposo.
Viajo durante 2 horas a pie, estaba acostumbrada a aquel castigo debido a que lo hacia de vez en cuando, cuando tenia que hacer las compras, caminaba 10 kilómetros hasta llegar a un pequeño pueblo donde allí se encontraba el mercado que la proveía de alimentos para ella y su esposo. No utilizaba el auto ya que era de su esposo y ella lo respetaba hasta en lo mas mínimo.
Finalmente llegó al lugar en donde encontró el auto de su marido, ya cubierto con nieve, se podia distinguir la estructura del auto, porque estaba cubierto por completo.
Se aseguró de que no halla nadie alli, dentro del auto, ni alrededor de ella.
Temía lo peor para su esposo, ya que la mujer habia escuchado muchisimos mitos de Slenderman en aquel pueblillo en el que hacia las compras.
A lo lejos, vio una figura, tenue. Se diferenciaba de los arboles porque se veian extremidades al costado de lo que parecia un torso de un ser humano.
La mujer, olvidó completamente todo lo que sabía acerca de Slenderman, sus precauciones y todo aquello que la protegio durante años. Ahora, solo recordaba con cariño el frío rostro de su esposo, en aquella noche, en la que emprendio viaje al bosque nevado y nunca mas lo volvio a ver.
Comenzó a correr desesperadamente, se fijó detrás de ella, y vio una figura, alzando los brazos, y gritando: - “CUIDADO JUANA ! ESTA ALLI !”. Al oir eso, sintio que la sangre ya no corria por sus venas. Sintio un terror inmenso en lo mas profundo de su ser. Volteo y lo vio en frente suyo, sonriendo y relamiendose con fervor. Sentia que habia perdido el control total de su cuerpo, solo podria mirar a Slenderman. Jason se desmayo por el horror, lo ultimo que escucho fue desollozantes gritos infernales suplicando ayuda provenientes de su esposa.
Amanecio, ya era de mañana, todo seguia igual en el bosque, excepto que su esposa no estaba, y slender tampoco. Jason vio un papel que tenia una escritura escrita con sangre, que decia: “PAGASTE POR TU PEGADO, PUEDES IR EN PAZ”. Jason, con el alma de vuelta en su cuerpo, volteo con el papel en la mano y tenia a Slender en frente suyo, señalandole el papel, Jason lo vio y leyo las ultimas lineas, que decian “ERA BROMA, TE FALTARON 5 NOTAS, IMBECIL” levanto la vista y no le dio tiempo para pensar en nada, Slenderman ya estaba mostrando sus tentáculos. En ese entonces, Jason supo, que era su fin.