sábado, 8 de septiembre de 2012

PARTE 5: SOLUCIÓN Y SORPRESA


Terminaron de merendar, tomaron el vehículo y se fueron a toda marcha, en busca de provisiones.
Iván conducía. Florencia, disparaba.
A toda marcha, hasta que chocaron a un zombie, que mas bien no era un zombie, sino que una persona viva, común y corriente, que no estaba infectada.
- MIERDA! – Gritó Iván
- Que carajos ha pasado? – Dijo Flor, bajando el volumen de la música.
Se bajaron del auto, preocupados.
Iván palpó el cuello del ser humano, extendido en el suelo, abatido por el impacto.
- Mierda… que hice?! - Decía Iván, dejando caer sobre el cadáver una lágrima.
- No te apenes tanto… - Dijo Florencia, tomándolo del brazo y levantándolo del suelo.
Iván se había dado cuenta de que un zombie estaba detrás de el hace rato, intentando llegar a donde estaba el, para que se convierta en su merienda.
Se dio vuelta y rápidamente tomó su calibre 50 y le puso un balazo en la boca.
- Comete eso, hijo de puta – Dijo Iván, enfurecido por el hecho sucedido anteriormente.
Siguieron con su camino, llegaron a un supermercado abandonado, tomaron alimentos y bebidas, las cargaron en el auto y se fueron.
También se llevaron varios tanques de combustible de una estación de servicio abandonada.
Obviamente que todo esto fue acompañado con una masacre de zombies.
Llegaron a su refugio, se ducharon y subieron a la terraza a dispararles a los zombies que se pegaban una vuelta por allí.
Antes de eso, Flor se inyectó el medicamento que había encontrado, lo que por suerte la curó de lo que podría ser otra catástrofe más.
Iván y Florencia se entretenían jugando a quien mataba más zombies.
Un Headshot eran 3 puntos, un tiro en el pecho eran 2 puntos y un tiro en otras partes del cuerpo era 1 solo punto.
Iván ganaba mayoritariamente debido a su entrenamiento, y que prácticamente fue criado con el Sniper el los brazos.
Parecía que había sido alimentado con plomo cuando era pequeño… era implacable a la hora de demostrar seguridad y eficacia frente a la mira del rifle.
De un momento a otro, entre risas y cargadas, Florencia miró por su mira y vio algo que la asombró: Era Julián. Pero no era el solo, sino que venia con una chica rubia a su derecha y con un chico, de su misma estatura y rubio, a su izquierda.
- MIERDA! ALLA VIENE JULIÁN! – Exclamó Flor.
- BAJEMOS! – Respondió Iván con ansias.
Cuando bajaron, Julián estaba allí, igual que siempre, no había cambiado mucho en su aspecto, tenia una leve sombra de vello facial en su barbilla.
- OSTIA! presentame a tus amigos! – Exclamó Iván, mientras que cerraba la puerta y colocaba las 3 trabas.
- Bien, el es Martín, pero pueden decirle Urban, ese es su apellido.
- Urban?! Teníamos un compañero en la secundaria que se llamaba así! Martin Urban!
- Es el! El auténtico Martín Urban!- Dijo Julián, jocoso.
- Mierda! Como estas tanto tiempo? – Replicó Iván, ancioso
Los dos guerreros se dieron un abrazo y sonrieron.
- Bueno, si eso les impresiona, déjenme presentarles a Chani Andrade!
- Chani Andrade?! – Exclamó Florencia asombrada – Estas igual que siempre! Cuanto tiempo sin vernos! Que habrá sido de los demas?
- Deben estar todos muertos jajaja – Respondió Chani.
- jajaja por eso me caes tan bien! – Replicó Florencia, reían juntas.


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