miércoles, 5 de septiembre de 2012

NO MIRES ATRAS



CAPÍTULO 1: UNA FRIA MENTIRA


Era una noche oscura, con niebla. El viento soplaba salvajemente sobre las hojas de los árboles. Una cruel nevada comenzó a fluir, cayendo entre los abrigos de las desamparadas personas que allí se encontraban, en Moscú.
Un hombre llamado Jason, tenia la conciencia sucia. Sabia que había hecho mal al haber traicionado a su esposa esa fría noche de invierno...
Sin embargo, tuvo el valor para volver a su casa y mirarla a los ojos.
Tomó una manta y se sentó frente al fogón, avergonzado.
Ella, como siempre, lo atendió:
- Que te sucede? -Preguntó ella.
- Nada... -Respondió desganado.
- Es que acaso ya no te gusta ese cuadro?
- No...
- Y porque lo miras con despecho?
Tomó la manta y se encerró en la habitación...
Casi llorando, arrepentido por lo que había hecho aquella oscura noche de tiniebla, donde el invierno arrasaba ferozmente, tomó un trozo de papel, una pluma y escribió una carta a su esposa diciéndole que no quería seguir viviendo en la mentira.
Llenó dos maletas con ropa, abrigo y demás y emprendió el viaje a través del bosque nevado, solo.
Ella desconcertada, leyó la carta.
Cuando termino, salió corriendo a buscarlo, pero se dio cuenta de que le faltaba algo... de que le habían arrancado un pedazo de su alma... Si, su amado se había ido.

              
CAPÍTULO 2: NO MIRES ATRAS

Ya casi 1 hora había pasado desde que Jason no veía al hermoso rostro de seda de su esposa.
De un momento a otro, no sabe como, pero el auto se detuvo. Sintió miedo en carne propia.
Miró por el retrovisor: Nada. Intentó arrancar el motor del auto: Nada. Revisó si había combustible: Lo había.
- Calma… debe ser por el frío.- Pensó Jason.
Se bajó del auto, tomo una linterna gorda y pesada que tenía debajo del asiento del vehículo y sin pensarlo, se adentró en el bosque en busca de ayuda.
Le dolían los pies y las manos, la sangre corría cada vez con más lentitud por sus venas. Sentía el peso de la traición de aquella noche. Cayó desplomado.
Despertó de repente, asustado porque había soñado con un hombre alto, sin rostro, que lo perseguía por el bosque.
Ya era de mañana. Jason disfrutaba de los cálidos rayos del sol acariciando sus húmedas y fatigadas manos.
Intentó arrancar el carro de nuevo, pero esta vez, comenzo a expulsar humo de su interior, como si alguien hubiera doblado en caño de escape de tal manera que solo expulsada monóxido de carbono hacia adentro del vehículo.
Jason se adormeció y posteriormente, se desmayó.
Se desperto y estaba anocheciendo. Se bajó del auto, con una fuerte jaqueca.
Fue hasta el baúl del auto y vio que estaba el caño de escape retorcido, destrozado. Como si lo hubieran doblado con furia.
Sintió temor de nuevo, recordando el sueño que había tenido en su primer desmayo.
Sentía que eso no había sido un sueño. Sentía que el hombre largo y alto estaba detrás de él, mirándolo, viendo TODO lo que el hacia y decía.
Tomó una herramienta e intentó desdoblar el artefacto de combustión del carro.
Sintió un toque en el hombro y por reflejos propios del ser humano se dio vuelta, rápido y asustado, arrojando la herramienta pesada que en sus manos frías el albergaba.
No había tiempo para mas, era de noche de nuevo. Se había arrepentido de haber engañado a su esposa, Juana, y de haberse ido de su cabaña…
Sentía que iba a morir… que iba a pagar el precio más caro por haber pecado con otra mujer.
Hizo un espacio entre toda la nieve que se había acumulado, dejando solo piedras.
Puso todas las ramas que había recolectado, las frotó una con la otra hasta conseguir un chispazo, que sería la fogata que le daría luz y calor, y lo acogería en esa fría noche oscura y nevada, con el hombre delgado mirándolo.
Calentándose en el fogón, vio un papel en un árbol, como si alguien lo hubiera pegado ahí.
Estaba demasiado a gusto como para levantarse a recogerlo, entonces tomó la decisión de iluminarlo con su pesada linterna.
Su cara cambió completamente. Estaba blanco, blanco como la nieve que había caido de los cielos aquellas ultimas noches.
Sintió TERROR.
El papel decía: “NO MIRES ATRÁS, SLENDERMAN TE MATARÁ” y un dibujo muy mal hecho, como si un niño de 8 años lo hubiera dibujado. Allí se podia distinguir a un hombre delgado, alto, sin rostro y con un elegante traje de vestir.
Al parecer, todo tenía sentido, su aspecto y su nombre.
Jason se dio cuenta en un segundo de lo dicho, debido a que el tenía un amplio conocimiento en lenguas extranjeras.
- Slender significa delgado… y man, hombre. El hombre delgado me esta siguiendo?. – Inmediatamente se horrorizó. Supo que era el hombre de sus sueños, como si se hubiera hecho realidad su mas grande pesadilla.


CAPÍTULO 3: SLENDERMAN ESTA AQUÍ


Se dio vuelta violentamente, sin hacerle caso a la escritura del papel. Alumbró con su linterna y vió lo que nunca quiso ver, Slenderman estaba allí, petrificado entre la nieve y los altos pinos, no tan altos en comparación con él. Tenía una sonrisa diabólica y macabra y una lengua larga, se relamía, como si pudiera saborear la carne del atormentado Jason. Vestido de traje y sin cara, se desprendieron dos largos tentáculos desde su espalda, como si las costillas se le hubieran roto para que salieran.
Jason, aterrorizado, corrió desesperadamente por el bosque, dejando todo atrás. Sentía que no le importaba nada. Nada excepto su vida.
Corrió hasta tropezarse. Volteó instintivamente y vio al sujeto largo y escuálido, corriendo de una forma casi arácnida, entre sus dos largas piernas y sus dos largas extremidades que de su parte posterior sucumbían.
Su corazón latía fuerte. Casi sin fuerzas para continuar, Jason se levantó y esprintó con su último suspiro.
Avisto una cabaña a lo lejos, a unos 50 metros. Suplicando que no lo atrape, corrio y corrió hasta llegar a la cabaña.
Abrió la puerta de un empujón y la cerro de un portazo.
Era una casa abandonada, con fotos en las paredes. Fotos de Slenderman, sacadas de manera bizarra, como si hubiesen sido tomadas corriendo.



CAPÍTULO 4: ENTRANDO EN CONTACTO CON SLENDERMAN


Jason, ya aterrorizado, buscó algo que le sirviera de ayuda en la cabaña abandonada, pero nada.
Solo lograba hallar papeles con escrituras que decían algo como “SI LO VES, NO PIENSES EN NADA, TAN SOLO CORRE.” y el dibujo de Slenderman aparecía de nuevo. Otra nota decía “AYUDA”.
Todo lo llevaba a eso, a Slender. Ese tipo alto y delgado, que lo atormentaba en sus sueños y en la realidad.
Logró ver que había una ventana en la cabaña, con vidrios sucios y desgastados.
Corrió las cortinas rasgadas y mugrosas con la esperanza de ver algo que lo tranquilice.
Afortunadamente, vio que el tipo delgado no se encontraba afuera.
Sin embargo, seguía teniendo miedo.
Miró por el cerrojo de la puerta de madera y no vio a Slender. Eso lo tranquilizó por unos instantes.
Tubo la valentía de abrir la puerta, pero lentamente.
No veía a nadie. Sin nada más que perder, tenía pensado echarse a correr como loco,
Pero vio algo que lo hizo cambiar de parecer.
Detrás del camino de huellas que el había dejado, había otros dos pies, como si lo hubieran seguido. Lo horrorizó mas el hecho de que al lado de cada huella había dos círculos, como puntos hundidos en la fría nieve. Supo que eran las extremidades de aquel abominable monstruo que lo perseguía.
Sin hacer ruido, cerró la puerta y tapó la ventana con las notas de la gente que había pasado por allí y que había dejado una huella del tormento que habían padecido a causa de Slenderman.
Se recostó y pensó en su esposa. Pensó en lo mucho que la amaba y lo que la extrañaba y temía no volver a verla jamás.
Entre pensamientos oscuros del pasado, Jason estaba casi dormido, cuando, antes de cerrar los ojos, vio una sombra que aparecía en la ventana, y finalmente se durmió.
A la mañana siguiente, todo seguia igual:
Las notas, la cortina, la puerta, todo.
Jason se levantó del frio piso de madera en el que había dormido aquella noche terrorifica.
Notó algo diferente en la habitación, algo que no habia visto antes: Un papel diferente a los demas, estaba escrito con una letra hermosa, un papel blanco como aquella nieve que lo rodeaba, decía lo siguiente: “SI SLENDERMAN TE SIGUE, TOMAR LAS 8 NOTAS TU DEBES. O DE LO CONTRARIO, LAS CONSECUENCIAS TU SUFRIR DEBES.”
Esto lo confundió por un momento.
- Como carajos se supone que voy a encontrar 8 notas en un bosque desierto, y con miles de notas en una cabaña abandonada?!.”

CAPÍTULO 5: EN BÚSQUEDA DE LAS NOTAS.

Era de dia, lo cual lo envalentonaba mas a Jason para salir en la busqueda de su salvación.
Salió, abriendo la pesada puerta de madera que lo resguardaba del frío y de Slender.
Vio para todos lados, pero no vio a nadie ni a nada.
Cerró la puerta y vio una nota que tenia dibujado pinos y un hombre en el medio.
La tomó. Desde ese momento supo que todo empezaba, tenia la primera nota.
Continuó caminando, hasta que llego a donde habia dejado su auto.
Recordó que había visto una nota en un arbol, asique la vio y la tomó. Esa era la segunda nota.
Extrañamente en su auto habia otra nota, que decia “NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO” repetidas veces a los costados, y un hombre delgado en el medio, como el de la primera nota encontrada en la puerta de la cabaña, ahora solitaria.
Siguió caminando y caminando pero lo unico que conseguia era sufrimiento. Los arboles eran tan delgados y altos que se los confundia con Slender. Estaba al borde de una crisis. Ya casi se cuidaba más de que no apareciera y de que no lo siguiera Slenderman, de encontrar las 8 notas que, según la escritura en la cabaña, le salvaría la vida.
Habia avistado al tipo delgado varias veces, y cuando lo veía, no podia parar de mirarlo, era como si quedara hipnotizado con sus 6 tentáculos aflorando desde la parte posterior de su torso. Esa cara blanca, transmitia un miedo terrible, un dolor de cabeza insoportable.
El sabía que era un maldito demonio. Porque un sueño se transformo en un realidad tan mortífera? Acaso su mente le estaba jugando una broma de mal gusto? O acaso lo estaba previniendo de la catastrofe que viviria? Nadie lo sabe. Solo él sabe que Slenderman era real. Tan real como los arboles y las notas. Tan real como el auto en el que durmió, tan real como la cabaña donde encontro todas esas notas de sufrimiento. Tan real como su esposa Juana, tan real como Jason mismo.


CAPÍTULO 6: JUANA Y LA BUSQUEDA DE JASON.

Tres dias habian pasado desde que no veia a su esposo, Jason. Tres larguisimos dias, los minutos fueron horas y las horas fueron dias para ella.
Se estuvo preparando con mapas, linternas, baterias, bolsa para acampar,herramientas, una navaja suiza, con una serie de elementos punzantes de alta gamma.
Para su fortuño, habia parado de nevar en ese momento. Se dispuso a salir en busca de su esposo.
Viajo durante 2 horas a pie, estaba acostumbrada a aquel castigo debido a que lo hacia de vez en cuando, cuando tenia que hacer las compras, caminaba 10 kilómetros hasta llegar a un pequeño pueblo donde allí se encontraba el mercado que la proveía de alimentos para ella y su esposo. No utilizaba el auto ya que era de su esposo y ella lo respetaba hasta en lo mas mínimo.
Finalmente llegó al lugar en donde encontró el auto de su marido, ya cubierto con nieve, se podia distinguir la estructura del auto, porque estaba cubierto por completo.
Se aseguró de que no halla nadie alli, dentro del auto, ni alrededor de ella.
Temía lo peor para su esposo, ya que la mujer habia escuchado muchisimos mitos de Slenderman en aquel pueblillo en el que hacia las compras.
A lo lejos, vio una figura, tenue. Se diferenciaba de los arboles porque se veian extremidades al costado de lo que parecia un torso de un ser humano.
La mujer, olvidó completamente todo lo que sabía acerca de Slenderman, sus precauciones y todo aquello que la protegio durante años. Ahora, solo recordaba con cariño el frío rostro de su esposo, en aquella noche, en la que emprendio viaje al bosque nevado y nunca mas lo volvio a ver.
Comenzó a correr desesperadamente, se fijó detrás de ella, y vio una figura, alzando los brazos, y gritando: - “CUIDADO JUANA ! ESTA ALLI !”. Al oir eso, sintio que la sangre ya no corria por sus venas. Sintio un terror inmenso en lo mas profundo de su ser. Volteo y lo vio en frente suyo, sonriendo y relamiendose con fervor. Sentia que habia perdido el control total de su cuerpo, solo podria mirar a Slenderman. Jason se desmayo por el horror, lo ultimo que escucho fue desollozantes gritos infernales suplicando ayuda provenientes de su esposa.
Amanecio, ya era de mañana, todo seguia igual en el bosque, excepto que su esposa no estaba, y slender tampoco. Jason vio un papel que tenia una escritura escrita con sangre, que decia: “PAGASTE POR TU PEGADO, PUEDES IR EN PAZ”. Jason, con el alma de vuelta en su cuerpo, volteo con el papel en la mano y tenia a Slender en frente suyo, señalandole el papel, Jason lo vio y leyo las ultimas lineas, que decian “ERA BROMA, TE FALTARON 5 NOTAS, IMBECIL” levanto la vista y no le dio tiempo para pensar en nada, Slenderman ya estaba mostrando sus tentáculos. En ese entonces, Jason supo, que era su fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario